jueves, 29 de noviembre de 2012

Celebración Ecuménica en Bahía Blanca

El miércoles 28 de Noviembre, a las 20.30 hs., tuvimos la última celebración del año del Grupo Ecuménico de Bahía Blanca con el lema "En Dios somos reconciliados". La comunidad de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata fue la anfitriona, quien nos recibió en su templo en Castelar 2257.
El tema de la reconciliación surgió varios meses antes a partir de nuestra preocupación por una sociedad cada vez más polarizada. Consideramos que a las puertas del Adviento, sin duda los cristianos y cristianos somos llamados por Dios a estar en condiciones de recibir al Niño del Pesebre, nuestro Salvador Jesús.
Buscamos a través de la celebración tomar conciencia de que es necesaria una reconciliación entre nosotros y en nuestra sociedad. Comenzamos con un video proponiendo la temática en donde todos fuimos introducidos a la reflexión.
Después Darío y Graciela dirigieron una lectura antifonal.
Si bien no fue tanta la convocatoria, fuimos un lindo grupo de personas con muchas ganas de celebrar y compartir juntos.
Linda nos guió en la lectura antifonal del Salmo 136.
Aníbal nos acompañó con la reflexión sobre Ezequiel 36:23-38, en donde Dios nos pide un cambio interior para poder seguir sus planes.
Dora nos acompañó con la reflexión sobre Romanos 13:8-10, en donde pudimos ver la importancia del amor en todo lo que emprendamos.
Y Miguel, con Mateo 18:15-20, nos permitió tomar conciencia de que lo que Dios espera de nosotros como comunidad es que nos acompañemos y nos apoyemos mutuamente y dejemos de juzgarnos los unos a los otros.
Eduardo nos contó acerca del Grupo Ecuménico, sus actividades y su razón de ser, compartió con la comunidad presente la búsqueda de varias Iglesias de ser uno en Cristo, aunque esa tarea es a veces algo difícil, pero a la vez de mucha bendición.
La ofrenda, que fue levantada por los niños presentes, fue destinada al Hogar de Estudiantes Universitarios "La Casa de Lidia", una obra de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en Bahía Blanca, más precisamente en Juan Molina 453. La ofrenda fue de $370.
Finalizamos viendo un video de la canción "Vida" y entregando tarjetas con la letra para que intentáramos con ella buscar la reconciliación con alguna persona con la que deseamos recomponer la relación:

"Vida,
quiero estar en paz contigo
y ver cada día el milagro
de estar viva; de sentir,
de tener dos ojos y un corazón

Vida,
he estado ciega tanto tiempo
y por mi rebeldía
te he pedido cuentas
sin entender que cada día

hay razones para vivir
Le pido perdón a la Vida
por no haber sabido valorar
cada aliento, cada latido,
el amanecer y los pájaros


Por haber permitido
que anidaran en mi interior
el resentimiento,
el hastío y el desamor


Vida,
quiero ver serenamente
lo que yo no puedo cambiar
y tener valor para descubrir
que hay más caminos por caminar

Dame la sabiduría de vivir
y la fuerza para creer
que el milagro está aquí, en mí,
que tengo todo para ser feliz

Yo quiero tener con la vida
una reconciliación,
estar en paz con mi gente
que me ha enseñado el amor

Y porque tengo la vida
soy capaz de cantar mi canción,
saber que el sol me ilumina
y se cuela en cada rincón

Pues tengo la vida, soy vida, doy vida
¡...Amo la vida!"

Agradecemos a todas las personas que nos acompañaron para que esta celebración fuera tan animada y cálida. ¡Que Dios los y las bendiga!

Los esperamos el jueves 13 de Diciembre, a las 20.30 hs., en el templo de la Iglesia Metodista en Belgrano 355, para nuestra última actividad del año: un "Concierto de Navidad!

Estela Andersen

Cultos de integración en la Congregación

Durante el mes de Noviembre, como parte del objetivo que nos propusimos como Congregación de formar comunidad, celebramos los cultos de integración en toda las comunidades.
 Como lo que buscamos es que la gente sea parte activa en el espacio celebrativo, todo estaba "a medio preparar": había telas de colores colgadas en los bancos,
 y la Biblia y los elementos de la Santa Cena en una silla, además de unas hojas y velas de colores.
 El altar, vacío, sólo una vela encendida nos indicaba que Dios a través de su Espíritu nos acompañaba...
Después la gente era invitada a formar un mantel con las telas entrelazadas
 en Suárez,
 en Bahía Blanca, en el Hogar de Estudiantes Universitarios "La Casa de Lidia",

 en Alpachiri, en el culto de niños y niñas,
en General San Martín,
 en Patagones y en Ströeder.
 "Donde quiera que las manos
se entrelacen,
dondequiera que el pan sea partido y repartido;
dondequiera que la vida
sea celebrada a través de un abrazo,
de un mirar cuidadoso,
tu amor, oh Dios,
es como perfume de primavera,
con aire de septiembre,
que anuncia el despertar de la vida,
coloreando nuestros sueños y nuestras esperanzas.
Renuevanos la vida
tíranos la tinta vieja,
píntanos con colores nuevos y brillantes
de modo que podamos ser tus colaboradores
y tus colaboradoras
en el espacio donde construimos
y reconstruimos nuestra vida. Amén."
(María Dirlane y Edson Ponick, Red de Liturgia del CLAI)
 HISTORIA DEL TRAJE DEL  ARLEQUIN

"Hubo en un tiempo lejano, un grupo de niños que nos han dejado una hermosa lección de amistad y solidaridad, tan fresca como sólo pueden hacerlo ellos.
El grupo de pequeños que durante el invierno compartía las horas de clases y los recreos, esperaba con ansiedad el verano, pues era el tiempo en que participaban de superespeciales aventuras.
Los niños se encontraban en las interminables siestas pueblerinas, y la cita diaria era en el arroyito que con su sereno andar los invitaba a refrescantes y alegres chapuzones.
Las tardes en la plaza eran los momentos de encuentro también con los abuelos que cada día jugaban en prolijas canchas de bochas.
Estando los pequeños en la orilla del arroyo, con los pies en el suave empedrado gastado por el paso sin prisa y constante del cristalino hilo, se pusieron de acuerdo en hacer una fiesta, con baile y todo. Y lo más importante: sería de disfraces.
Todos estuvieron de acuerdo, y prontamente se pusieron a trabajar realizando as guirnaldas de papeles de colores, mientras que en las casas, las madres cosían los trajes de una bailarina, de un bombero, de un caballero medieval, de una mariposa, de un astronauta y de un león. En una de las casitas más humildes, una mamá no cosía, sino que se entristecía al ver que su pequeño, no tendría traje que lucir en aquel evento."
 Se lo comento sollozando a una señora, a la salida del almacén…y vieron como es, en el, pueblo todo se sabe.
Tan pronto como se enteraron los amiguitos y amiguitas, atinaron a hacer todos lo mismo: Cortaron un trozo de su disfraz, y corriendo lo llevaron a la casa de su compañero, sabedores de la habilidad de la mama, le entregaron  cada uno su parte, que la señora miraba con emoción y desconcierto...
Y llego el gran día. La fiesta comenzó y todos los chicos llegaron con sus hermosas galas, a las que obviamente les faltaba un pedazo, y aun así todos brillaban por colorido y creatividad, pero el rey de la fiesta, fue aquel niño al que sus compañeros ayudaron, pues su madre había tomado cada porción de tela, y con suma prolijidad y esmero las unió y les dio forma, y entonces tuvo este traje los colores más hermosos que existen. Los de la amistad, los del amor."

Esta mesa, formada por todos los colores, armada con el trabajo en conjunto, nos representa a cada uno, con nuestro color, con nuestro matiz, pero unido en la mesa que nos iguala, la mesa del amor de Dios.

Lectura Bíblica: Efesios 4:1-6:
“Yo, que estoy preso por causa del Señor, les ruego que vivan como es digno del llamamiento que han recibido, y que sean humildes y mansos, y tolerantes y pacientes unos con otros, en amor. Procuren mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Así como ustedes fueron llamados a una sola esperanza, hay también un cuerpo y un Espíritu, un Señor, una fe, un bautismo, y un Dios y Padre de todos, el cual está por encima de todos, actúa por medio de todos, y está en todos.” Amén.
 Y entonces, los elementos para celebrar la Santa Cena eran colocados en el altar.
 En Suárez,
 en Bahía Blanca,
 en Alpachiri y General San Martín,
 en Patagones
 y en Ströeder.

Después de la confesión de fe y el anuncio de la gracia, compartimos un Credo diferente:

"Creo en el ser humano
Que cada día renueva su compromiso
Con la justicia y la verdad.
Y en Dios que nos aliente.
Creo en la fuerza poderosa de la suma, y en la diversidad,
Porque nos abre horizontes nuevos.
Y en Dios que nos sustenta.
Creo que en este mundo tal maltratado
Podemos ser destellos de la luz de un nuevo reino
Y creo en Dios, que nos envía
A llorar con quien llora
Y a compartir la risa,
A abrazar al que esta triste
Y a dejarnos abrazar,
A ser cuna de un mundo nuevo
Donde todos tengan espacio y aire
Y donde, libres de opresiones y ataduras
Hallemos la Paz. Amén."

 La ofrenda de todos los cultos estuvo destinada a nuestro Hogar de Estudiantes Universitarios "La Casa de Lidia", que se encuentra en Bahía Blanca, y en donde se hizo se culto de dicha comunidad.

Después celebramos la Santa Cena con este espíritu:

"Jesucristo nos invita a la cena en comunidad
tal y como somos:
las afligidas y los agobiados,
las felices y los dichosos,
las ancianas y los jóvenes,
las de la casa y los visitantes.
Todos y todas son bienvenidos,
nadie debe quedar fuera y nadie debe excluirse.
El pan que da vida es para todas las personas.
El vino es el signo de la fiesta a la cual se nos ha invitado
y en la cual ya estamos. Amén."

Así como estábamos después de compartir el pan y el vino, el cuerpo y la sangre de nuestro Señor, se invitó a la gente a tomar una de las velas de colores, a encenderla de la grande y a tomar también el papel.
"La Luz, necesaria para la Vida, para ver, para no errar el camino, para ver a todas y a todos, y ser vistos. Encendamos estas velas y al regresar compartamos esta luz con otras y otros".

 En Suárez,
 en Bahía Blanca,
 en Alpachiri,

 en General San Martín,
 en Patagones,

 en Ströeder, y leímos junt@s las "Bienaventuranzas":

"DICHOSO quien sabe mirar a los otros
con los ojos de un amigo,
y acoge a cada persona
sin prejuicios de cultura, religión o raza.

DICHOSO quien se empeña
en vivir en armonía con sus familiares,
vecinos, compañeros, extranjeros,
superando las inevitables dificultades
propias de las relaciones humanas.

DICHOSO quien no guarda rencor,
no da importancia a palabras y gestos desagradables,
y no obliga a otros a vivir
según sus criterios.

DICHOSO quien comunica con dulzura,
escucha las razones de los demás,
sobre todo, la de los más débiles.

DICHOSO quien es tolerante consigo mismo
y convive serenamente
con sus propias limitaciones 
y con las de los demás.

DICHOSO quien estimula al bien,
para construir un mundo
en el que cada uno 
pueda sentirse a gusto.

DICHOSO quien acoge el valor de las diferencias 
que caracterizan a cada hombre
y cada mujer de nuestro planeta,
porque esas diferencias
muestran el "Nombre"
con el que Dios llama a cada uno de nosotros.

DICHOSO quien cultiva en su corazón un sueño que, 
dejando salir los colores de nuestra diversidad,
verá aparecer en el cielo un gran arcoiris
en señal de fraternidad y de paz,
que vestirá de luz y de fiesta al mundo.

¡Shalom!"

Y nos fuimos tod@s con la Antigua Bendición Irlandesa:

"Que los caminos se abran a tu encuentro,
que el sol brille sobre tu rostro,
que la lluvia caiga suave sobre tus campos,
que el viento sople siempre a tu espalda.
Que guardes en tu corazón con gratitud
el recuerdo precioso
de las cosas buenas de la vida.
Que todo don de Dios crezca en ti
y te ayude a llevar la alegría
a los corazones de cuantos amas.
Que tus ojos reflejen un brillo de amistad,
gracioso y generoso como el sol,
que sale entre las nubes
y calienta el mar tranquilo.
Que la fuerza de Dios te mantenga firme,
que los ojos de Dios te miren,
que los oídos de Dios te oigan,
que la Palabra de Dios te hable,
que la mano de Dios te proteja,
y que, hasta que volvamos a encontrarnos,
otro te tenga, y nos tenga a todos,
en la palma de su mano. Amén"


La tarea de formar comunidad y que las comunidades se sientan también parte de un cuerpo aún mayor, que es la Congregación, es nuestro desafío, y sabemos que con la bendición de Dios y nuestro pequeño aporte, lentamente se irá logrando.

¡Que Dios no bendiga y nos acompañe ahora y siempre!


Estela Andersen

martes, 27 de noviembre de 2012

Campamento de Niños y Niñas en la Congregación

El fin de semana del 16 al 18 de Noviembre, en el Parque recreativo de Alpachiri, La Pampa, nuevamente llevamos a cabo el campamento de niños y niñas de la Congregación.
 Ya desde el viernes de tardecita varios niñ@s fueron llegando, algunos junto a sus padres.
 Una vez armadas las carpas y acondicionado el lugar, hicimos la cena: hamburguesas calentitas
 que grandes y chicos saborearon con gusto.
Todos los que estábamos en el lugar veníamos de lejos, así que encantados nos ubicamos en nuestros lugarcitos buscando un descanso reparador.

 De mañana tempranito desayunamos chocolatada calentita con panes con dulce... algunos se tomaron unos matecitos.
 Después ya nos pusimos a trabajar. Mientras que llegaban los demás chic@s comenzamos a hacer adornos navideños.
 Comenzamos con unos corazones para colgar en el árbol, y luego unas palomas.
 También algunos de los chic@s hicieron ángeles y guirnaldas en forma de cadena.
 Y mientras trabajábamos, los chic@s se iban sumando.
 Los que ya habían terminado se pusieron a limpiar las cañas que íbamos a usar esa noche en el fogón para el pan de palo.
 La familia Fuhrmann, de Trenque Lauquen, llegó con dos carpas y un trailer para acomodar a todos los chic@s, ya que una buena parte de ellos no tenían carpa. Esto creó una gran expectativa con lo pequeños.
 ¡Y llegó la hora de la comida! Tallarines con tuco, algo que a todos les gusta.
 Algunos de los niñ@s se sentaron en la mesa del centro del camping...
 y otr@s un poco más lejos...
 y los "grandes" tuvimos que comer al final. ¡Es que esta vez éramos muchos!
 Después del almuerzo, a pesar de que el tiempo amenazaba con llover, salimos a dar una caminata, con una consigna: buscar elementos para decorar un tapiz.
 Los chic@s salieron entusiasmados
 por todo el parque
 y afuera también. Encontraron de todo.
¡Y se vino el agua! Menos mal que podíamos cobijarnos en el alero del albergue del Parque recreativo. Ahí trabajamos.
 Pusimos en la mesa todas las cosas que los chic@s juntaron en la caminata y se comenzaron la tarea
 algunas niñas prefirieron trabajar en el piso.
 Aquí está el resultado de uno de los tapices.
 Después compartimos una historia de "Bonobos y bonobas" que nos permitió reflexionar acerca de la división de tareas y trabajos en una sociedad desigual y cómo nos gustaría que fuera. También los chic@s compartieron qué es lo que pasa en sus casas. Vimos que Jesús le dio importancia a todas las personas sin distinción de sexo ni edad y eso nos gustó mucho.
¡Y llegó la hora de la leche!
 Era el cumpleaños de Caren, ella y su mamá habían decorado la torta para compartir con los amiguit@s.
 Los chic@s habían hechos muchas actividades por lo que estaban hambrientos. No quedó nada de la torta del cumple, los pirotines desaparecieron y se salvó un poco de una torta muy grande que había hecho la mamá de Nico y Jimena.
 Después de haberse alimentado, los pequeñ@s se fueron a gastar más energías en los juegos del parque.
 Después regresaron para hacer otra tarea más.
 Esta vez tenían que pintar en una tela sus impresiones del campamento.
 Muchos dibujaron sus manos, varios escribieron sus nombres y algunos dibujaron la fogata, es que parecía que nunca llegaba ese momento...
 Pero todo llega... Walter comenzó a prender el fuego, mientras la pastora hacía la masa.
 
 ¡Y se largó la cocinada! Los chic@s hacían una fila mientras que le enrollaban la masa sobre la caña.
 Algunos pancitos salían dorados, otros crudos y otros carbonilla... pero lo importante es que cada un@ es el que lo prepara.
 Finalmente el campamento se oscureció. Después de un día lleno de actividades y vivencias los chic@s estaban exhaust@s. No tardó demasiado desde que se anunció que había que irse a dormir hasta que el silencio reinó en el parque...

El domingo amaneció hermoso,
 los pequeñ@s fueron saliendo de sus carpas con caritas de sueño, pero igualmente se lanzaron sobre los panes con dulce y la torta que quedaba.
 Después nos fuimos a la iglesia a celebrar el culto. Ese domingo teníamos una celebración espacial, sobre la integración.
 Los chic@s participaron de forma activa armando el mantel colorido...
 compartiendo sus pensamientos acerca de ser brotes nuevos en medio de un mundo que todavía no cree no conoce a Dios...
 participando de la Santa Cena...
 y encendiendo las velas de colores...
 mientras que con toda la comunidad compartían las bienaventuranzas de la integración.
Mientras tanto...
 el papá de Nico estaba preparando el cordero
 que tod@s comieron con alegría.
 El campamento terminó con un hermoso y ameno almuerzo comunitario que tod@s disfrutaron, con cierta tristeza porque significaba también la despedida...
 Algunos de los niños y niñas (no pudimos juntar a tod@s para la foto): Juan, Benjamín, Jonás, Selene, Silvina, Tomi, Malena y Marcos, adelante, y Morena, Jimena, Nico, Ryan, Caro y Sacha, atrás. Faltaron: Delfina, Ale, Juan Cruz y Francisco.
El equipo de los papis que ayudaron a que todo estuviera de 10: adelante, Bibi, Fabi y Estela, atrás, Renata, Ariel, Walter, Walter y Alicia. Faltaron Araceli y Gabriel que también trabajaron un montón.
¡Muchas gracias a tod@s l@s que hicieron posible la realización de este campamento! Sin ustedes nada de esto hubiera sido posible.
Y sobre todo, ¡gracias, Señor, porque nuevamente nos has bendecido con tu presencia maravillosa que permitió un clima de comunión y fraternidad!
¡Los y las esperamos el año que viene!

Estela Andersen